lunes, 13 de octubre de 2008

La "Fiesta del Cabaqueiro" (O Rosal-Pontevedra)

EN CASTELLANO

Cada 12 de octubre y desde 1988 se celebra en la Plaza del Calvario (O Rosal) la “Festa do Cabaqueiro” en recuerdo de los tejeros rosalinos y del Baixo Miño, considerados por muchos, herederos de los ceramistas romanos que ocuparon los castros de la comarca. Todo empezó en 1987 con la erección del monumento al cabaqueiro (tejero) –obra del escultor tomiñés José Antúnez Pousa- como homenaje y con el fin de reconocer y recuperar la memoria de este tradicional oficio. Recordar que, con la agricultura, el trabajo de cabaqueiro era la ocupación de la mayoría de los rosalinos y bajomiñotos hasta mediados del siglo XX. Antes de la llegada de las máquinas, la elaboración de tejas y ladrillos se hacía a mano (en su jerga: “taxicar cabacas e toupos a joucha”) con un equipo de al menos cinco tejeros (la cuadrilla): el amo (buxa), el oficial, el tendedor, el carretillero, el pilero. La temporada de trabajo era de cinco meses, siendo cada cuadrilla de cabaqueiros contratados (ajustados) para trabajar (lasquear) en tejeras de Galicia, de la Península e incluso de Sudamérica. El Ayuntamiento de O Rosal decidió rescatar del olvido este oficio y crear por lo tanto en 1988 esta celebración anual. Se hace coincidir con la antigua festividad de la “Pilarica”, fecha en que terminada la temporada, los tejeros se encontraban en casa disfrutando del dinero (lerxes). Decir, como curiosidad, que aún perdura hoy en día en el ámbito familiar el empleo de diferentes términos o palabras procedentes de esta jerga o “latín dos daordes” (habla privada de los cabaqueiros con el objetivo de defender su profesión y no ser entendidos por personas ajenas). Sirvan como ejemplo las siguientes: “murcir” (comer), “boreta” (agua), “calloa” (mujer casada), “xido” (bueno), “danoca” (malo), “cata” (extraño), “tisco” (perro), “intervar” (entender), etc. Todas ellas y muchas más se recogen en distintas publicaciones sobre este tema. Misa solemne en honor de la Virgen del Pilar, grupos de gaitas, pulpo “á feira” o vino de O Rosal, unido a las diferentes exposiciones y a la demostración en directo del “lasqueo”, hacen de esta “Festa do Cabaqueiro” un singular atractivo cultural y turístico para la Villa de O Rosal y la comarca del Baixo Miño. Cada año, un notable y afamado personaje de las letras gallegas, pronuncia el pregón de la fiesta, justo antes del comienzo de la elaboración de las tejas y ladrillos a mano por parte de los cabaqueiros. El Ayuntamiento de O Rosal –aunque sus fondos están en este momento en un almacén provisional a la espera de un nuevo local- cuenta con Museo Municipal desde 1980. Aquí se guarda una selección de diferente herramienta representati
va de las tejeras, multitud de piezas cerámicas (tejas y ladrillos con marcas, fechas, nombres…) y por supuesto un gran archivo fotográfico de temática “cabaqueira”. Todos los años, en octubre, coincidiendo con la fiesta, se realiza en la Sala de Exposiciones una curiosa muestra con parte de este material. El Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento edita asimismo un libro o Memoria da Festa do Cabaqueiro, de carácter anual, que recoge diferentes estudios de investigación histórica. Se realiza también un plato conmemorativo en porcelana en el que se plasma un motivo de la “cabaqueira” (tejera). Desde 2004 se lleva a cabo un taller de hacer tejas para niños y niñas (cachizas), que generalmente se celebra un día antes de la Pilarica y está impartido por los veteranos (“rulos”) maestros “cabaqueiros”. Estos niños son obsequiados al final con unas golosinas y unos diplomas acreditativos de su participación. La “Festa do Cabaqueiro” en O Rosal, hoy en su XXIII edición, se consolida año tras año como una de las citas ineludibles del panorama etnográfico, cultural y turístico del Baixo Miño e incluso de Galicia.